Por ALEJANDRO TORRÚS -Público.es
"Si el libre mercado redunda en que el 15% de la humanidad padezca hambre mientras un 20% tiene sobrepeso, algo va mal. La economía existe para la gente y no al revés". Con esta reflexión, Bekele Geleta, secretario general de la Federación Internacional de Cruz Roja, finaliza el Informe mundial sobre desastres, que la organización elabora anualmente y presentó ayer a escala mundial. El documento abofetea las conciencias con un dato: hay 500 millones de personas más con sobrepeso que con desnutrición.
Poco importa que el planeta produzca más comida de la necesaria para alimentar a toda la población. Cada día más de 24.000 personas mueren de hambre, 925 millones sufren desnutrición y el 15% se acuesta sin haber ingerido la dieta mínima necesaria. Antonio Bruel, coordinador general de Cruz Roja España, enfatizó ayer en la presentación del informe en Madrid que el hambre "sigue siendo el mayor desastre de este planeta". Estas cifras contrastan de manera sonrojante con los más de 1.500 millones de personas que padecen sobrepeso.
La principal causa de la desnutrición es el aumento del precio de los alimentos, según señala el estudio. Un claro ejemplo es el de los cereales, que aumentaron su precio en un 57% en el segundo semestre de 2010 debido a la especulación financiera. "No es un problema de falta de alimentos, es un problema de acceso a ellos. La especulación financiera mata", denunció Bruel.
Pero el hambre no afecta a todos por igual. Los más perjudicados son los niños y las mujeres. Cada año mueren tres millones de niños a causa de la desnutrición y el 60% de las personas que padece hambre crónica son mujeres. El riesgo se multiplica en el caso de las niñas, quienes tienen el doble de probabilidades que los niños, en algunos países, de morir de desnutrición o enfermedades prevenibles.
Por todo ello, la organización pidió a los estados la regulación de los precios agrarios. "No se puede especular con las materias primas alimentarias", señala Bruel. "En España una barra de pan no puede costar ocho euros. Y lo que no quieras para tu casa, no debes quererlo para el mundo", prosiguió.
El próspero Occidente tampoco se encuentra a salvo de esta polarización en el acceso a los alimentos, aunque a menor escala. En Estados Unidos, mientras el 27% de la población es obesa, 40 millones de personas deben recurrir a ayudas del Gobierno para poder comer.
El delegado de Cruz Roja España en Kenia, Pablo Díez, advirtió de que la situación en el Cuerno de África, donde la sequía afecta a más de 13 millones de personas, no ha mejorado y que "puede empeorar". "Es la peor crisis humanitaria de los últimos 60 años, peor que la sufrida en los ochenta en Etiopía y en los noventa en la propia Somalia", concluyó Díez.
"Si el libre mercado redunda en que el 15% de la humanidad padezca hambre mientras un 20% tiene sobrepeso, algo va mal. La economía existe para la gente y no al revés". Con esta reflexión, Bekele Geleta, secretario general de la Federación Internacional de Cruz Roja, finaliza el Informe mundial sobre desastres, que la organización elabora anualmente y presentó ayer a escala mundial. El documento abofetea las conciencias con un dato: hay 500 millones de personas más con sobrepeso que con desnutrición.
Poco importa que el planeta produzca más comida de la necesaria para alimentar a toda la población. Cada día más de 24.000 personas mueren de hambre, 925 millones sufren desnutrición y el 15% se acuesta sin haber ingerido la dieta mínima necesaria. Antonio Bruel, coordinador general de Cruz Roja España, enfatizó ayer en la presentación del informe en Madrid que el hambre "sigue siendo el mayor desastre de este planeta". Estas cifras contrastan de manera sonrojante con los más de 1.500 millones de personas que padecen sobrepeso.
La principal causa de la desnutrición es el aumento del precio de los alimentos, según señala el estudio. Un claro ejemplo es el de los cereales, que aumentaron su precio en un 57% en el segundo semestre de 2010 debido a la especulación financiera. "No es un problema de falta de alimentos, es un problema de acceso a ellos. La especulación financiera mata", denunció Bruel.
Pero el hambre no afecta a todos por igual. Los más perjudicados son los niños y las mujeres. Cada año mueren tres millones de niños a causa de la desnutrición y el 60% de las personas que padece hambre crónica son mujeres. El riesgo se multiplica en el caso de las niñas, quienes tienen el doble de probabilidades que los niños, en algunos países, de morir de desnutrición o enfermedades prevenibles.
Por todo ello, la organización pidió a los estados la regulación de los precios agrarios. "No se puede especular con las materias primas alimentarias", señala Bruel. "En España una barra de pan no puede costar ocho euros. Y lo que no quieras para tu casa, no debes quererlo para el mundo", prosiguió.
El delegado de Cruz Roja España en Kenia, Pablo Díez, advirtió de que la situación en el Cuerno de África, donde la sequía afecta a más de 13 millones de personas, no ha mejorado y que "puede empeorar". "Es la peor crisis humanitaria de los últimos 60 años, peor que la sufrida en los ochenta en Etiopía y en los noventa en la propia Somalia", concluyó Díez.
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